El autor G. Longo comienza hablando de cómo se desarrolla la investigación, que se evalúa a través del conocimiento, que se inicia a partir de la observación de los hechos empíricos. Esto nos da una primera aproximación al hecho que queremos estudiar, es la primera fase por tanto de la investigación.
Pero hay que estudiar los fenómenos con sumo cuidado, ya que por sí solos no nos dicen nada, y además hay que seleccionar los más importantes y los que nos dan más información.
Después de esto es necesario encajar los resultados obtenidos de forma coherente y formular alguna hipótesis justificada para que la totalidad se pueda explicar correctamente, para lo que hace falta cierta creatividad (segunda etapa). Para la formulación de la hipótesis hace falta un apoyo científico basado en la observación, en la realidad de los hechos. Por tanto, esta etapa se basa en la rigurosidad científica (tercera etapa).
La cuarta y última etapa consiste en sustituir o modificar las hipótesis anteriormente formuladas con los resultados de la comprobación realizada anteriormente.
A pesar de que el hombre siempre intenta basarse en los hechos reales para iniciar una investigación y establecer las hipótesis, tenemos unos conocimientos y unas ideas de las cuales no podemos desprendernos para iniciar una investigación, pero en la medida de lo posible debemos intentar evitar esto.
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